¿Deben tener sexo explícito las novelas románticas o no? ¿Cuánto? ¿Cómo? ¿Hasta dónde contar? Y más aún…¿es posible una novela romántica sin sexo? (¡Ojo! que no hablo de novela erótica, donde sí debe haber sexo explícito.)
Esas fueron las “trascendentales” preguntas a las que me enfrenté cuando estaba escribiendo La estúpida idea de dejarte marchar y la cosa llegaba al momento decisivo. Ay. No veáis lo difícil que es para una escritora primeriza enfrentarse a este momento sin un buen gin-tonic al lado. Porque a ver:
¿Qué cara iba a poner mi madre, mi tía, mis primas, cuando lo leyeran?
¿Y si algún día mis hijos tenían la curiosidad de leerlo?
¿Como iba yo a mirarle a los ojos a mi jefe si se enterara de que yo escribo “estas cosas”?
Pues eso.
Pero claro , yo soy lectora de romántica, y reconozco que sí me gusta que haya escenas de sexo explícito, aunque no necesariamente detallado con pelos y señales a lo largo de cinco páginas. O sí, no sé. Depende de cada caso, supongo. Me gusta que sea el broche natural a una buena historia de amor, a la tensión sexual que se supone acumulada entre los dos protagonistas, pero me vale con alguna/s escena/s apasionada y sugerente y ya cada una que se imagine lo que quiera. A fin de cuentas, la imaginación es el más potente afrodisíaco. ¿O no?
Y aún así, qué distinto se ve desde el punto de vista de la escritora que de la lectora. Como escritora, decidí escribir aquello con lo que me sentía cómoda. Hay lectoras que me han dicho que les ha gustado cómo lo describo pero estoy segura de que a otras, las escenas de sexo les habrán parecido “light”. Pero chicas, hasta ahí puedo escribir.
Parece que en la novela romántica actual ya no se discute si tiene que haber sexo o no; se da por sentado. Lo que marca la diferencia para las lectoras es más bien cómo se cuenta y cómo encaja en la historia -que no se metan con calzador, y de manera indiscriminada, por eso de que vende mucho. Hay quien se siente defraudada porque no haya escenas de alto voltaje sexual en una novela romántica.
Yo lo achaco a que la sombra de Grey ha sido tan alargada que ha llegado hasta la novela romántica. O que hay lectoras que leen indistintamente erótica y romántica, y llega un momento en que a la romántica le piden también un erotismo que no tiene por qué tener. En esto, como en todo, hay gustos para todos los colores.
Lo que tenemos en común la mayoría de las lectoras románticas es que le damos prioridad a la historia de amor, a los sentimientos, a las emociones, más que al sexo del que podríamos incluso prescindir si la novela nos ha llegado al alma. Por lo que he podido leer en muchos comentarios a reseñas, algún que otro foro -y en la charla entre blogueras sobre esto mismo que recoge en su blog de Paola Álvarez–, a grandes rasgos creo que todas navegamos un poco entre:
- Historias de amor bien narradas, bonitas, emocionantes. No es un reto fácil escribir hoy en día una novela así, en la que el sexo se quede fuera de la historia. Pero las hay. Así son las novelas de Jane Austen y en general, gustan a todas las románticas. Claro que quién le tose a Jane Austen. En clave más actual, se me ocurre Kate Morton, o Julianne Donaldson (salvando las distancias).
- Novelas con fuerte tensión sexual que culmine en una escena de unión entre los protagonistas, con alusiones sexuales pero contada sin necesidad de sexo explícito, ni detalles, ni lenguaje soez, por decirlo de alguna forma. Alguna exponente de estas novelas serían Nora Roberts, y por estos lares…Isabel Keats, Ángeles Ibirika o Nieves Hidalgo, entre otras.
- Y por fin, las novelas con amor, pasión, emoción y sexo… sí, explícito. Con lenguaje elegante o menos elegante, ahí cada cual sus preferencias. Intuyo que la mayoría de las lectoras de romántica están en este grupo, y no tienen problema en leer novelas de cualquiera de los anteriores, aunque sé de alguna escritora a la que ha regañado alguna lectora por no incluir escenas de sexo en su libro. En este grupo se encontrarían Lisa Kleypas, Courtney Milan o Julia London, entre muchas otras.
¿Qué tipo de lectoras sois vosotras? ¿Qué esperáis de las escenas de sexo en una novela romántica?
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Excelente post 🙂 Es una pregunta a la que se enfrentan muchos escritores de romántica. He escrito novelas sin y con sexo explícito, al principio fue muy difícil hacer una escena de estas y que me sonara bien como lectora. Es que no soporto cuando las escenas sexuales resultan vulgares por el lenguaje usado, aunque el sexo sea salvaje o como lo quieran llamar siempre hay formas de hacerlo erótico y atractivo para la imaginación de las lectoras. Me sangran los ojos cuando leo: Polla, verga, palo, chocha, etc. Es preferible que usen los nombres originales: Pene y vagina. Queda mejor. Se los aseguro. Recuerden que no es el lenguaje lo que hace una escena salvaje, son las acciones y reacciones de los personajes 🙂
Mucho éxito!!!
Totalmente. Yo creo que es donde más puedes chafar una buena novela o una novela decente, en las escenas de sexo, en no saber manejar el tono, el lenguaje, y creer que cada encuentro entre los protagonistas debe ser de alto voltaje. A partir de ahí, la habilidad de cada una. También creo que es un entrenamiento: no te enfrentas igual a esas escenas con tu primera novela que con la tercera, ni con la cuarta. Igual te sueltas más, si eso es lo que en el fondo pretendes. Y sobre todo, ¡ya no piensas en tu madre! 🙂
La misma cuestión se puede hacer en otros géneros, como la ciencia ficción y especialmente la fantasía, donde se ha huído bastante de las escenas explícitas de sexo, salvo excepciones honrosas. Supongo que en este género vuestro el sexo no deja de ser una consecuencia lógica de la fermentación lenta de la historia, pero el sexo no deja de ser otra faceta de los personajes. Ocultarlo u omitirlo siempre me ha parecido una carencia importante en cualquier historia, de cualquier género.
Enhorabuena por la web, está muy bien montada 😉
Sí, estoy de acuerdo. De hecho, a mí me gusta encontrarlo en otros géneros que leo siempre que tenga sentido en la historia. Quizás es que algunos autores tienen cierto miedo o reparo a tratarlo por pudor o porque le quite “seriedad” o porque les resulte complicado… Al menos a mí, me resultó difícl contar bien esas escenas sin caer en lo burdo. De hecho, esa es la pregunta: ¿hasta dónde contar? ¿cómo conjugar las palabras para describir la emoción y la pasión/sexo? Y ahí está el punto!
Gracias por el cumplido al blog! 🙂
Es complicado encontrar un balance entre historia romántica, sexo y que no parezca sacado de contexto, adolescente o forzado. Las veces que he leído algo de novela romántica (por que sí, confieso que algo ha caído en mis manos) me ha parecido que era casi parte de una fórmula, algo asi como “cada 100 páginas tiene que haber sexo”. En mi caso mi gran lucha es que no parezca adolescente, por que una relacion mal contada puede dar al traste con unos personajes trabajados muy bien en otros aspectos. En fin, seguiremos practicando 😉
Eso te iba a decir…es práctica y que te sientas cómodo con lo que has escrito. Cada vez será más fácil (o eso espero yo también). 😉