Ocurre hasta en las mejores familias: llega el momento del “sí, quiero”, y el novio o la novia huyen despavoridos. La búsqueda del verdadero amor lo justifica todo, al menos, desde el punto de vista de la narrativa literaria y audiovisual romántica. Y más si se trata con humor.
Dejar plantado a alguien en el altar ante el pasmo del otro, familia e invitados, es una situación que sigue dando mucho juego, sobre todo en comedias y novelas románticas que arrancan con la novia indecisa dándose a la fuga, porque ¿quién sabe? quizás a la vuelta de la esquina o en el Caribe o entre los asistentes a la misma boda, se esconda el amor verdadero. Y aquí empieza todo.
Tú hoy no te casas, María José Vela
Ni hoy ni mañana ni pasado. De hecho, Coco es casi secuestrada de la limusina que la conduce a su glamurosa boda por su mejor amiga, Lola, que sabe lo que es mejor para ella. Y lo mejor para ella es desaparecer y reaparecer de nuevo en un destartalado hotelito de un paradisíaco lugar de Costa Rica, a orillas del Pacífico, donde nadie podrá localizarlas durante el tiempo suficiente como para que Coco aclare un poco sus ideas. Esas playas de arena blanca, vegetación exuberante y miles de exóticos y aterradores bichos, acogen a un grupo de personajes a cual más curioso: el Chimuelo, un viejo gringo que ahoga su nostalgia de amor en rancheras; María, una joven madre en apuros, Kenneth el matón, Hernán y Oliver, los atractivos propietarios de un hotel-spa que ocultan un pasado doloroso y, Max, el perro “hablante” capaz de robarle protagonismo en una escena al mismísimo protagonista masculino. En ese entorno y con esos personajes maravillosos, María José Vela construye una historia de amor fresca y divertida, llena de golpes de humor memorables, con un poco de intriga y mucho del espíritu ¡Pura vida! que finalmente se adueña de Coco, de Lola y hasta de una misma, si te descuidas. Lo tienes en versión digital a 3,99€ en Amazon