Son auténticos novelones con grandes historias de amor, personajes inolvidables, tramas apasionantes. Tres lecturas imprescindibles para las lectoras incondicionales del género. Son novelas de las que levantan pasiones y no dejan indiferente, cada una con su estilo y su ambientación. A mí me gustaron las tres, unas más que otras, pero sin duda las recomiendo «muy mucho».
Flores en la tormenta de Laura Kinsale
Es una de mis novelas románticas favoritas, si no la más. Todo un clásico ya del género, que no me canso de releer cada cierto tiempo porque la forma de escribir y expresar las emociones de esta autora enamoran. Es un lujo leer una novela romántica tan bien escrita y documentada, en la que cada palabra y cada detalle contribuyen a dotar de sensualidad la historia. Me encanta el personaje de Maddy, la cuáquera solterona, sencilla y humilde, y el de Christian, duque de Jervaulx, un juerguista, mujeriego, con una mente brillante para las matemáticas, orgulloso, apasionado. Dos mundos totalmente opuestos en la Inglaterra del siglo XIX, que se van a encontrar en la relación que establecen ellos dos desde el momento en que a él le da un ictus que le paraliza el habla y medio cuerpo, y ella se convierte en su enfermera dentro de la institución mental en la que lo recluyen. A partir de ahí, la historia discurre a impulsada por el conflicto interno que mantiene cada uno consigo mismo —ella por preservar sus valores y creencias; él por recuperar el control sobre sí mismo y volver a ser el duque—, con su entorno y entre ellos dos. Personalmente, creo que Flores en la tormenta es una novela que dignifica el género romántico.
Caballo de Fuego, de Florencia Bonelli
Con esta trilogía confieso que tengo sentimientos encontrados. Me encantan las novelas románticas que son más que la propia historia de amor, ya sea contexto histórico, o tramas de suspense, o laborales, o lo que sea. Y Caballo de Fuego tiene ese plus con las complejas subtramas que se desarrollan en cada uno de los libros, ubicado en un escenario distinto: en París, el primero; en Congo, el segundo; y en Gaza, el tercero. Ambientada en 1998, el contexto de fondo son las consecuencias de la primera guerra de Irak, el conflicto palestino-israelí, el frágil equilibrio internacional en aquel momento, el tráfico de armas y de diamantes, súper documentado. En ocasiones, demasiado; me sobraba información. Y sin embargo, creo que es lo que sostiene toda la historia de amor entre Elijah Al-Saud, un aguerrido expiloto de combate de origen árabe educado en París, reconvertido en director/mercenario de élite de una agencia de seguridad que trabaja para los más ricos y poderosos del mundo, guapísimo, seductor, adinerado, y perteneciente a una rama de la familia real saudí, y Matilde Martínez, una joven pediatra argentina muy inocente —prácticamente, un ángel caído del cielo—, compasiva, desprendida, valiente, que desea dedicar su vida a salvar niños del Tercer Mundo. En mi opinión, los personajes son lo más flojo de la historia, me parecen poco creíbles, demasiado extremos, demasiado perfectos, y la historia de pasión entre ellos dos, aunque entretenida, me arrancó algunos ¡¡¡anda ya!!! Pero bueno, si lo he incluido aquí es porque a pesar de todo, Caballo de Fuego me parece un novelón que merece la pena leer.
El jinete de bronce, de Paullina Simmons
Me habían hablado muy bien de él, aunque me daba cierta pereza. Estoy un poco saturada de novelas ambientadas en la II Guerra Mundial. Sin embargo, al ver que el escenario era Rusia, y en concreto, la ciudad de Leningrado, me animé: una de las películas de “guerra” que más me han gustado es Enemigo a las puertas, un drama sobre el cerco a Leningrado por parte del ejército nazi, muy muy recomendable. El jinete de bronce, primer volumen de esta trilogía, cuenta la historia de amor entre Tatiana, una joven rusa que vive con su familia en un minúsculo apartamento del régimen soviético en Leningrado, y a la que la guerra le pilla apenas saliendo de la adolescencia, con todos sueños por cumplir, y Alexander, un valiente soldado del ejército rojo de pasado turbulento, cuyo único deseo es sobrevivir a la guerra y huir de la URSS. Son personajes bien perfilados, y en gran medida, creíbles, aunque a veces, tanto el carácter autoritario de él y la candidez de ella ponían a prueba mi credibilidad. Alrededor hay un buen plantel de personajes secundarios muy bien retratados: los padres atemorizados y resignados a las directrices del régimen impuesto por Stalin; la hermana de Tatiana, egoísta y despreocupada; el cobarde y codicioso compañero de Alexander que vive a costa de él, entre otros. Y el mayor personaje de todos: Leningrado, la ciudad que aguantó el asedio impuesto por Hitler, quien pretendía invadirla matando de hambre y frío a su población durante los casi dos años que duró el cerco. No toda la novela transcurre allí pero ahí surge la apasionada historia de amor entre Tatiana y Alexander y esa experiencia les marcará el resto del libro, lleno de vicisitudes. Hay celos, traiciones, mezquindades, bondad, lealtad, muerte, pasión y esperanza, todo lo que se puede pedir a una novela épica de amor. El jinete de bronce continúa con el segundo libro titulado Tatiana y Alexander y el tercero, Un jardín en invierno.
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Me encantan las tres. “Flor en la tormenta” me decidí a leerla este año, así que la tengo reciente, fue una historia diferente debido al protagonista y me sorprendió tanto como me gustó. Un placer de lectura.
La saga de “Jinete de bronce” me marcó muchísimo, son novelas con un trasfondo muy duro como fue la II Guerra Mundial, y confieso que lo pasé horriblemente mal en muchísimos momentos, te metes tanto en la piel de los personajes que sientes y padeces cada paso en esta historia. La fuerza del personaje de Tatiana y su amor hacia Alexander fue sin duda lo que más me gustó, ella es capaz de todo por él y a pesar de él. Me encantó.
Casualidad, mi peli favorita de ese género es también “Enemigo a las puertas”, bestiales las interpretaciones, los escenarios, todo.
Con la trilogia de Caballo de fuego quedé tocada y hundida, así tal cual, Matilda me ponía un poco loca con su pureza de corazón tan santa y buena, nada inclinada al lado oscuro… aún así me encantó leer su historia, y eso que sufrí mogollón con todo lo que les sucede. Reconozco que un poco me pasó como a ti, hay cosas como poco creíbles… Florencia Bonelli me encanta, y que sus novelas tengan tanto dato no me entorpece, sabe meter muy bien la información.
Bicos!
Totalmente de acuerdo, Niusa. Cada una podemos tener nuestros gustos personales sobre qué novelas nos gustan más o menos, pero creo que hay títulos sobre las que existe bastante unanimidad, y aguantan bien el paso de las años. Me alegro de coincidir contigo en gustos literarios y fílmicos! 😉