A priori, podría parecer una combinación arriesgada: romance ambientado en deportes tradicionalmente masculinos que, a la mayoría de las mujeres, no nos interesan (y menos en España). ¡Que levanten la mano las fervientes seguidoras del hockey hielo! O del football americano (alguna más habrá, seguro).
Sin embargo, algunas autoras norteamericanas consiguen que nos hagamos admiradoras de esos estupendísimos jugadores de football americano o de hockey, guapos, duros y poderosos por fuera, tiernos y románticos por dentro, gracias a sus novelas cargadas de humor, sensualidad, glamour y mucha testosterona. Con esos cuerpazos… ¿quién se resiste?
Cázame si puedes de Susan Elizabeth Phillips
Susan E. Phillips ha hecho de este tipo de novelas un éxito con su serie de los Chicago Stars, que a mí personalmente me encanta. De las que he leído, creo que mi preferida es “Cázame si puedes” (Match me if you can; no sé si a alguien se le escapó una z en vez de una s al traducir el título porque creo que la traducción debería ser Cásame si puedes), una historia muy divertida entre la joven y atípica empresaria de una pequeña agencia matrimonial y Heath Champion, un exjugador, ahora agente deportivo de jugadores de los Chicago Stars, ambicioso y adicto al trabajo, que contrata sus servicios porque no tiene tiempo ni para buscar novia. Y no quiere a cualquiera, no. La quiere guapa, educada, dulce, inteligente, de buena familia y al mismo tiempo, tradicional. O eso cree él. Traerá de cabeza a la pobre Annabelle, que por más que le presenta candidatas, las rechaza a todas hasta que encuentra por fin a la candidata ideal pero… Leedlo. SEP es una maestra de este género.
Jane juega y gana, de Rachel Gibson.
Rachel Gibson es otra de las autoras que han triunfado con esta combinación de deporte y romance, aunque ella ha creado una serie basada en un equipo de hockey hielo, los Chinooks, y unos personajes femeninos un tanto atípicos. Jane es una joven e inteligente periodista de aspecto tan vulgar que casi resulta invisible, y que en sus ratos libres escribe folletines porno para hombres. Cuando su jefe le pide que sustituya al periodista que cubre los partidos de los Chinooks, se deberá ganar la confianza de los jugadores, incluido el portero, el arisco Luc Martineau a quien no le gustan nada los periodistas. Me gusta el estilo de Rachel Gibson porque tiene un humor especial, con bastante ironía, y se mueve un poco fuera de los tópicos de la novela romántica, así que sus novelas resultan muy divertidas y refrescantes.
Contacto, de Deirdre Martins
A esta autora la leí hace poco porque me la recomendó una amiga que tenía el libro del año la polca. La portada es sosa como ella sola. Lo cierto es que no llevaba demasiadas expectativas. Al principio pensé que se parecía mucho a Rachel Gibson (Contacto es el primer libro de una serie protagonizada también por un equipo de hockey hielo, los Blades de Nueva York, y su protagonista femenina es una joven lista y ambiciosa aunque de aspecto normal, que debe hacerse cargo de las relaciones públicas del equipo), pero luego me enganchó la trama de la novela, que está bastante trabajada y aborda temas como los abusos sexuales por parte de los jugadores a sus groupies, la utilización de los medios y el márketing con causa para moldear la imagen de los jugadores y el equipo por parte de los dueños del club, la dureza de este deporte, y el tira y afloja entre relaciones públicas, directivos y jugadores. El romance empieza de manera un poco precipitada, pero luego se endereza y finalmente el resultado del libro es interesante.
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