De entre todo lo que he leído este año voy a terminar 2019 con una recomendación de 5 de las novelas que más me han gustado en los últimos meses. Se suman a otras lecturas que incluiría entre lo mejor de mi año, como El secreto del orfebre, de Elia Barceló, Amor, de Anna Orstavik o La palabra más hermosa de Margaret Mazzantini, una novela que no me canso de recomendar a todo el que quiera emocionarse con una historia excepcional.
La mayoría de los libro que comento más abajo no son novedades, al contrario, tienen algunos años y por lo que he comprobado, han aguantado muy bien el paso del tiempo, lo cual no es fácil. Lo que sí tienen en común es que hablan de sentimientos y relaciones familiares; de amor, también, aunque no sea el tema central.
Llegué a este libro de una forma un tanto atípica: vi el primer episodio de la serie homónima en HBO protagonizada por Frances McDormand (que me encanta) y me gustó tanto, que al ver que estaba basada en esta novela de Elizabeth Strout, aparqué la serie para leer el libro. El personaje sobre el que giran los trece relatos es Olive Kitteridge, maestra de escuela en un pueblecito de Nueva Inglaterra. Una mujer bastante peculiar, huraña, de trato difícil no solo para sus vecinos del pueblecito de Nueva Inglaterra donde vive, sino también para su marido y su hijo.
El primer relato, una maravilla narrativa contada desde la perspectiva de Henry, el marido tierno que no se siente querido en su casa, te atrapa irremisiblemente en la intriga de entender por qué es así esta mujer. A partir de ahí, el resto de relatos nos irán desvelando aspectos distintos de la personalidad y de la vida de Olive a partir de las relaciones que establece con los que la rodean, hasta desnudar a esa mujer que en su madurez, descubre que solo quiere lo que queremos todos: no sentirse sola.
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El color púrpura, de Alice Walker
Seguro que en su día visteis la película, protagonizada por Whoopi Goldberg. Yo también la vi, hace miles de años, por suerte. No sé por qué cogí el libro para hojearlo en la biblioteca, comencé a leer y… tuve que llevármelo a casa, por supuesto. En su agradecimientos, Alice Walker dice haberse sentido médium de Celie y del resto de los personajes que se le aparecieron para que contara su historia. Y la verdad es que después de leerla, puedo decir que eso es exactamente lo que parece: que Walker hubiera sido poseída por la voz de Celie, una mujer negra criada en el campo sin educación ninguna, que escribe cartas a Dios porque a nadie más puede contarle lo que le hace su padre dentro de su casa.
Carta tras carta, con un lenguaje sencillo y emocionante, Celie nos lleva por una vida sometida a un hombre que no la quiere, obligada a hacerse cargo de los hijos de él (que no suyos), en una sociedad racista como es la del sur de Estados Unidos.
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El turista accidental, de Anne Tyler
El 2018 lo terminé con “Reunión en el restaurante Nostalgia” de Anne Tyler como mi mejor lectura del año y ahora vuelvo a incluir otra novela de esta escritora en mi lista. Esta vez es “El turista accidental”, una novela que, sí, ya sé, también fue una película de éxito, aunque yo no tuve la oportunidad de verla, así que… Pues me ha encantado también. Debe ser que esta escritora me tiene pillada la tecla.
En este caso, la novela habla de la crisis que atraviesa un hombre tras la muerte de su hijo y la separación de su mujer. Encerrado en su pequeño mundo lleno de manías y neuras, Macon solo podrá superar su hundimiento emocional con ayuda de una mujer un tanto peculiar, adiestradora de perros o de lo que haga falta, con tal de sacar adelante a su hijo. Y otra vez, Tyler hace un retrato de las relaciones familiares a través de un elenco de personajes muy humanos y divertidos.
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Otra novela cortita que tiene ya muchos años. De hecho, es anterior a “La edad de la inocencia” de esta misma autora, una novela que me encanta y que he releído más una vez. Ethan Frome narra la historia de un hombre joven con ciertas inquietudes, que se ve obligado a hacerse cargo de la granja familiar situada en un inclemente y silencioso pueblecito de Nueva Inglaterra, antes de casarse con una mujer a la que no quiere. Al enfermar su mujer, viene a ayudarla una prima de carácter dulce y servicial, de quien Ethan termina enamorándose.
Sin embargo, al igual que en “La edad de la inocencia” eran las convenciones de la alta sociedad neoyorquina las que terminaban por decidir el destino de Archer Newland, en Ethan Frome son las obligaciones familiares y la fatalidad las que deciden el sorprendente final de su historia de amor.
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Una educación, de Tara Westover
Creo que es la única novela que ha sido publicada este año de las cinco. Me llamó la atención desde el principio, no solo por las buenas críticas que ha tenido, sino también por el tema: cómo llega a la universidad de Harvard una chica criada en un hogar mormón de creencias religiosas radicales —paranoicas, en realidad— a la que sus padres le negaron ir a la escuela. Es un libro testimonial escrito con honestidad y con toda la fidelidad posible por la propia protagonista, Tara Westover, a partir de sus recuerdos y los de sus hermanos. Y es un relato espeluznante de la cultura de violencia, intolerancia y cerrazón que fue capaz de superar ella sola por su único deseo de saber, de aprender.
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Y de mis lecturas románticas de este año ya reseñadas en el blog, destaco dos que me gustaron especialmente:
Mientes tan bien de Audrey Ferrer y Las lágrimas de Deirdre, de Marisa Grey.
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